lunes, 5 de enero de 2015

Queridos Reyes Magos...

Querido Reyes Magos:

Sí, mi carta a los Reyes de cada año. Intentado conservar una tradición, al menos una. Intentando creerme que éste sigue siendo mi blog, el blog de bruxana, mi diario personal..., porque tras tantos cambios, tras la desaparición de Lacocte..., sigo sin creérmelo del todo. Y me cuesta sentarme a escribir. Tengo la cabeza a rebosar de palabras, de ideas, de sensaciones..., pero pienso en volverme a sentar a escribir..., y es como si no encontrase la llave con la que cerré el candadito y hubiese tenido que forzar la cerradura con una horquilla. Y, claro, así no hay modo...

Queridos Reyes Magos:
Como cada año, paso a escribiros mi carta por caminos virtuales. No sé si a estas alturas es propio seguir creyendo en vosotros..., pero, en fin... Os escribo. Y os escribo por esta vía porque total sois magos y sois mágicos, y digo yo que os va a llegar igual la carta.
Creo que he sido buena. Al menos, tengo la certeza de que no he sido mala. He sido puntual y cumplidora en un trabajo espantoso que conservé hasta hace poco más de un mes. No he hecho cosas malas, no he tenido malos pensamientos, no he deseado lo que no puede ser mío..., bueno, al menos no demasiado. Si no he llevado una vida más organizada no ha sido por mi voluntad, sino por mi atroz falta de tiempo, que me ha obligado a comer cuando podía, a dormir cuando ya no podía seguir despierta, a intentar aprovechar ratos sueltos para limpiar y ordenar. He sido buena, digo, he intentado ayudar a los demás en lo que ha estado en mi mano..., y todas esas cosas. Por tanto, me atrevo a escribiros esta carta y a pediros cosas.
Os pido trabajo. Por encima de todo, de cualquier deseo, de cualquier otra cosa: trabajo. Un trabajo con un sueldo que me permita vivir decentemente. Que no haga que cada mes me dé pánico ver los extractos bancarios (ahora mismo estoy aterrada porque está próximo el último, el de diciembre). Sabéis que no me importa el esfuerzo, por importante que éste sea: estoy más que habituada a trabajar muchísimas horas seguidas y con altos niveles de exigencia..., pero quiero que ese esfuerzo se vea recompensado económicamente. A estas alturas de la vida, otras cosas como la 'proyección personal', las promociones y otros temas ya me dan igual: he tenido todo eso, llegué a lo máximo a que se podía llegar en mi sector 'natural' (aun hay quienes se sorprenden, cuando de pronto se encuentran conmigo tras varios años sin verme..., y les respondo que ya no estoy en nada que ver con 'aquello'. Directamente no entienden nada. Pero de eso no os voy a hablar aquí, claro). Necesito trabajo, lo necesito ya mismo. Lo necesito para la semana que viene. Un trabajo que me permita pagar las facturas, el alquiler, poder comprarme algún pequeño capricho de vez en cuando, no tener que mirar con detenimiento casi obsesivo los precios en el híper. Incluso poder ahorrar...un poquitín, para cuando vienen esos sustos en forma de 'carta de Hacienda'. Necesito trabajar, y lo sabéis. Lo de los horarios..., casi me da ya igual. Ya no hay esa necesidad de tener una tarde, siquiera una, libre, para... Ya no hay nada de eso, el 2014 se lo ha llevado.
Os pido salud. Es curioso: este año le doy más importancia a eso, a la salud. No sé si porque no me encuentro bien o..., bueno, sí: porque no me encuentro bien. Miro para otro lado, pero sé que no estoy bien. Me da igual, no le quiero dar la menor importancia (hay muchas otras cosas más importantes, todo es más importante que yo), pero sé que las cosas no van bien. Y os pido salud, sobre todo para poder conservar el trabajo que os he pedido y que sé que me vais a conceder. También pido salud para los míos, claro..., aunque estos últimos tiempos tenga tan poco claro quienes son 'los míos'... Salud para ellos, en cualquier caso.
Como otros años: conserva la vivienda. Que sigue empeñada en caerse a cachitos, en darme sustos en forma de avería, sustos que me rompen los esquemas y los nervios. Pero necesito conservarla. Sé que tengo firmado contrato por otro año y medio...,pero también sé que nada es permanente ni inamovible. Y que yo no me puedo permitir eso, tener que moverme de aquí. Dejadme conservar la vivienda, teniendo trabajo y por tanto dinero para seguir pagándola.
Quisiera poder pediros...
Quisiera poder pediros amor. Pero no sé si puedo, si tengo el menor derecho a pedíroslo, a tenerlo. Empiezo el año absolutamente sola, sin la menor esperanza al respecto. Este año ni siquiera puedo volver a pediros que me regaléis alguna mañana de despertar viéndole a mi lado, porque ya no hay nada. Sé que eso no era amor, que no había más amor que el mío hacia él..., pero me conformaba. Ya no puedo pediros eso porque sería demasiado egoísta por mi parte. Ya no hay nada. Y quisiera poder pediros que este año me traigáis amor, no tanto un destino para el mío..., sino alguien que me quiera (un poquito, yo me conformaría con eso. Me habría conformado con eso en cualquier momento de mi vida...), pero temo que nunca he conseguido ser lo suficientemente buena como para merecerlo...
Supongo que si creo en vosotros deberá ser para todo, y os podré pedir eso: encontrar a alguien este año, dejar de estar, de sentirme tan sola como me siento en estos momentos y desde hace, en realidad, tanto tiempo.
Os pido también que él sea feliz. Ya no conmigo, porque sé que no le intereso en lo más mínimo, que nunca me quiso, que no sintió por mí nada más allá que algún tipo de curiosidad antropológica, observarme un rato como se observa el pasear de una hormiga, el comportamiento errático de un pez naranja en un acuario. Pero sigo queriendo que sea feliz, nunca podré dejar de desearle eso. Que encuentre alguien que le quiera como él desee ser querido, que no fue nunca como le quise yo, o que si ya está con alguien (cosa que sospecho hace mucho), que le sepa querer y cuidar. Ya no os lo pido para mí, porque nunca estará conmigo. Os lo pido para él mismo: que este año sea el mejor de su vida, que sea feliz.
Quisiera poder pediros más cosas..., pero francamente no creo tener derecho. Bueno, detalles: atreverme de una vez a conducir (tengo que hacer algo ya mismo al respecto, no hay más plazos), mejorar el aspecto físico... Cosas que no son vitales, pero que sería importante conseguir. Que también dependen de mi voluntad, así que os pido eso: que me deis esa fuerza de voluntad necesaria.

Y poco más. Lo de siempre, esos tópicos: paz en el mundo, trabajo para todos, que no hay 'ciudadanos de segunda', que se termine la violencia gratuita, que no haya catástrofe naturales. Salud y trabajo para los míos..., esas cosas...
Y ya está.

Por supuesto, os tengo que agradecer cosas. Aunque pésimo, conservé el trabajo hasta finales de noviembre y pude seguir pagando facturas y alquiler. También conservé éste. Y creo que echasteis una mano con Hacienda: la deuda no fue tan elevada como hace un año justo me temía (fue un susto importante, muy importante..., pero al fin y al cabo pude pagarlo. Sobre todo porque compensé con lo que me tocaba 'a devolver' en primavera). Y me dejasteis verle al despertar alguna mañana. Muy pocas, menos que cualquier año (en realidad, es que ya no quedaba nada por su parte..., quizá por eso mi agradecimiento debería ser mayor, debería ser infinito. Pero soy una egoísta), pero me lo dejasteis tener alguna noche, algún amanecer...

Esta noche tendréis mis polvorones, mis copitas de licor (la noche se presenta fría), el agua y la paja para los camellos..., todo ese combustible virtual que necesitáis para completar vuestra ruta, vuestra Cabalgata, para ir dejando los regalos que tanta y tanta gente os ha pedido.

No sé si merezco algo de lo que os pido, no sé si he sido lo suficientemente buena. Ya no estoy segura de nada. Pero quiero seguir creyendo en algo, quiero seguir empeñada en tener esperanza en algo.

Vuestra:
bruxana (o A.S.T.)

1 comentario:

Anónimo dijo...

La esperanza es como un crédito pedido de felicidad. La factura a veces es muy alta, pero vivimos mejor cuando disfrutamos de ella. Que el año que viene te sorprenda para bien muchas veces. Decía aquel, que la felicidad es la conciencia de la mejora. Feliz Año, brux.