jueves, 19 de marzo de 2015

A dos días de la primavera.

A dos días de la primavera y a unas horas del eclipse (parcial) de sol.

En realidad, primavera ya fue hace dos semanas (y casi verano, por el calor que llegó a hacer). Y el eclipse.., pues como todos los que ha habido: me lo perderé. Me suelen pillar trabajando o en alguna circunstancia que impida salir a la calle a verlo. Aunque en esta ocasión me da exactamente igual: me hace más ilusión tener trabajo. Aun siendo viernes tras un jueves festivo, aun teniendo que levantarme a las seis y media y volver a casa nada más salir para 'pillar' el Banco abierto (necesito sacar dinero para pagar el alquiler), aun no pudiendo tampoco ir a verle mañana (ni siquiera sé si irá a trabajar: está malito), aun...lo que sea. Me hace ilusión tener trabajo, para qué decir otra cosa.

En el mencionado trabajo todavía estoy en 'periodo de adaptación'. Es la primera vez en mi vida que una empresa me da una 'formación previa' en condiciones, que ha comenzado una vez firmado el contrato, donde no me meten prisa para que empiece a vender cuanto antes y como sea. Al contrario: me dicen que no me estrese, que vaya a mi aire, que si necesito ayuda la pida, que si prefiero escuchar a mis compañeros en vez de ponerme a emitir llamadas que lo haga... Me descoloca un poco tanta facilidad, tanta amabilidad. Supongo que porque a la falta de costumbre se une mi autoexigencia y, claro...
El ambiente es bueno. El horario también. El sueldo es de supervivencia, vale, pero algo más alto que la media de este tipo de empresas. Hay posibilidades de cobrar comisiones (según vayan pasando los meses, que es un tema de hacer cartera...y eso ya es más complicado). Las dependencias son amplias, con mucha luz, con mesas grandes y sin problemas para que pongamos en ellas lo que queramos (nuestros cubiletes para bolis, fotos..., lo que queramos). Podemos tener el móvil encendido si queremos, el bolso a mano, el abrigo en el respaldo de la silla o buscar un perchero si preferimos... Hay quien dice que hace frío: yo, de momento, no lo noto... No tenemos que fichar (aunque lógicamente debamos tener el ordenador encendido a la hora en que oficialmente empieza nuestra jornada laboral y no apagarlo antes de que esta finalice), podemos levantarnos al baño cuando nos haga falta o ir a buscar agua o café a la cocina...
Por supuesto, es un trabajo. Hay que trabajar. Pero... tras el último año y todo lo vivido, tras las 'ofertas' a que me he presentado estos últimos meses..., todo lo que tengo ahora me parece un lujo.

A veces tengo la sensación de que ésta es la última oportunidad de tener un trabajo medianamente decente que tendré en la vida. Y por ello tengo que esforzarme para no perderlo, porque posiblemente no habrá más ocasiones.

Y..., y hay otras cosas que me dan vueltas en la cabeza. Otras cosas que me persiguen. Otras que me quitan el sueño o que se meten en mis sueños... Pero de eso hablaré otro día.

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