sábado, 5 de enero de 2019

Queridos Reyes Magos....

"Queridos Reyes Magos:

(Sí: este año también habrá 'carta de Reyes'. Aunque cada mes escriba menos. Aunque no haya habido post de fin de año ni de comienzo del nuevo. Aunque a la vez tenga tantas cosas sobre las que podría escribir y a la vez, tan pocas, puesto que nada es importante. Sí hay 'carta de Reyes' porque, quizá, cuando deje de escribirla será el fin definitivo de este diario).

Queridos Reyes Magos:
Creo que este año he sido buena. Y, si no lo he sido, la verdad es que ya se me ha castigado por ello. Sé que no ha sido cosa vuestra (vuestras competencias son de otra índole) pero acabo de salir de uno de los peores años de mi vida. En el que, entre otras cosas, he estado a punto de morirme. Y no en el sentido figurado... Aunque eso ya ha pasado. O quiero pensar que ya ha pasado. Que ya es pasado.
Si he sido mala, en el pecado me ha ido la penitencia.

Por eso, y porque creo que he pagado lo mala que haya podido ser, me atrevo a escribiros un año más.

Os pido algo tan contradictorio como estabilidad y cambio.
Estabilidad en lo relativo a no seguir perdiendo cosas. Este próximo verano me toca renovar el contrato de alquiler...y no puedo permitirme otra cosa que no sea renovarlo. El mercado del alquiler está muy mal (mucho) y yo no me puedo permitir quedarme sin esta vivienda. En todos los sentidos (fundamentalmente, el económico). No puedo ponerme a buscar otra vivienda, desembolsar fianzas, pagar mudanzas, saber que en cualquier momento igual tengo que mudarme de nuevo. Necesito conservar este piso y necesito que se me mantenga la renta que pago actualmente. Y para ello, necesito de vuestra magia. Aun siendo consciente de que la casera está contenta conmigo y que, aparentemente, nada indique que no me vaya a renovar....necesito de vuestra ayuda.
Por tanto, mi primera petición es ésa: renovar el contrato de alquiler.

Os pido salud. Suena a tópico, pero tras el año que he tenido necesito un  poco de tranquilidad en ese aspecto. Aun no sé, porque no han sido capaces de descubrirlo, qué fue lo que me provocó la enfermedad (que a estas alturas es crónica, aunque más o menos asintomática), pero me conformo con que no dé señales de vida. Yo, por mi parte, prometo seguir cuidándome, tomando mucha agua, continuar con mis alimentos sanos... Poner de mi parte, pero sabiendo que me vais a ayudar trayéndome salud.
Así que mi segunda petición es salud.

Trabajo. Tengo un trabajo, tengo un sueldo de supervivencia (en ese sentido, el año también ha sido demoledor. Más de seis meses cobrando el sueldo mínimo que tengo estipulado en contrato, pero sin disminuir en lo más mínimo la carga de trabajo que, en teoría, me debería aportar comisiones e incentivos... Otra consecuencia de mi enfermedad, la consiguiente baja médica e, incluso, de alguna de las razones indemostrables que la provocó). Necesito conservar el trabajo...y me atrevería a pediros que hagáis un poco de magia y lo mejoréis. No sé cómo ni por qué vía. Pero sois magos e igual... De no poder ser, al menos conservádmelo. Y haced algo para que mejore mi sueldo: tampoco me puedo permitir muchos más meses con una nómina como la actual: de supervivencia. 
Y lo peor es que soy consciente de que probablemente no continúe demasiados días en esta empresa. Y que las condiciones del despido pueden ser entre pésimas y nefastas.
Así que mi tercera petición es trabajo.

Y... No os pido amor. Amor para dar tengo por grandes cantidades. 
El año pasado os pedí, lo recuerdo, que al menos alguna mañana le viese a mi lado al abrir los ojos. 
Eso lo tuve hace menos de un mes. Y os lo agradezco.
El resto del año fue el peor, con mucha diferencia, desde que le conozco. Hasta el punto de deducir que no le volvería a ver. Hasta el punto de decidir cortar con  él para siempre. 
Y hasta el punto de que conocer que estaba enfermo me desestabilizó de tal modo que sé, estoy segura, de que fue una de las razones por las que terminé ingresando de urgencia en un hospital y a punto de morirme. Pero también creo que decidir que no me iba a morir sin volverle a ver contribuyó a mi mejoría paulatina. Igual que enfermé sin causas justificadas, empecé a mejorar sin tratamiento médico...
Por tanto, no me atrevo a pediros nada. No puedo pediros tenerle ni que me quiera, porque ya soy plenamente consciente de que eso nunca podrá ser. Y que no está en vuestras manos.
Alguna noche más a mi lado. Alguna tarde o algún mediodía de verle y escucharle. Alguna conversación telefónica alguna vez por semana.
Y, sobre todo, por encima de todo, que esté bien. Que no le duela nada. Y que sea feliz.
El regalo que os pido es ése: que no vuelva a estar enfermo. Y que sea feliz.
Y que alguna vez me bese. Y que alguna vez me deje abrazarle.

No me atrevo a pediros nada más.

Los ¿tópicos? de la paz en el mundo, de que deje de ser tan tremenda la desigualdad, que las próximas elecciones políticas no nos dejen la sorpresa que nos estamos temiendo.
Y salud y dinero y amor para los míos. Y trabajo, por descontando.
Y que actúe el karma, Vosotros venís de Oriente y seguro que lo entendéis. Que actúe el karma y que yo lo vea.


Os dejo lo de siempre: polvorones, turrón de almendras, vinito y plátanos para vosotros. Leche y panetone para vuestros pajes (que como conducen, no deben tomar alcohol. Yo no conduzco, pero ya tampoco debo tomarlo). Y heno fresco, fruta y agua para los camellos, esos bichos que me caen tan bien.

Espero, de veras, merecer lo que os pido. Y que el año que viene siga aquí y siga pudiendoos escribir.

Vuestra: 
bruxana (o A.S.T.) "

No hay comentarios: