domingo, 5 de enero de 2020

Queridos Reyes Magos:

Queridos Reyes Magos...

Sí. Aunque cada vez escriba menos, aunque tenga varios post en 'deberes' (no están redactados, no están en borrador. Están sólo en mi cabeza y tengo como 'deberes' escribirlos y publicarlos. Aunque no sé cuando) la carta de reyes, mi 'Carta a los Reyes Magos' es algo ineludible.


Queridos Reyes Magos:
Este año ha sido tan extraño que no me ha dado tiempo a ser mala. Y, si lo he sido, ni me he enterado. En realidad, es que apenas me he enterado de cómo han ido pasando los días de este año, como se ha acabado tan pronto, como no he hecho nada significativo en él. Pero, como quiero ser positiva y ver el vaso medio lleno, diré que tampoco ha sido un mal año. Y que me habéis traído lo que os pedí hace un año. Salud, renovar el contrato de alquiler, rebajar la carga de trabajo (hasta el punto de quedarme en el paro antes de mediados de año) y..., sí, verle al despertar algunas mañanas. Y alguna larga conversación telefónica, también.
Las cosas malas he decidido olvidarlas, porque no han sido cosa vuestra, Reyes Magos.


¿Qué os pido para este año? Pues un buen trabajo, para qué decir otra cosa. Necesito que me ayudéis a conseguir un buen trabajo, algo que me resulte gratificante en todos los sentidos, que me guste hacer, que tenga un buen horario, y, claro, que tenga un buen sueldo. Ya, ya sé que es mucho lo que pido...pero es el regalo que quiero (y necesito) para este año.

Por lo demás..., necesito conservar la salud. El miedo no lo he perdido del todo, aunque disimule. Sabéis que tengo una revisión en unos días y, en fin... Que os pido salud. Que no quiero pensar en otras cosas.
También necesito mejorar mi aspecto físico. No voy a enumerar todo lo que no está bien y todo lo que no me hace sentir bien, porque supongo que ya sabéis a qué me refiero.

Aunque ya he renovado el alquiler, os pido conservarlo y no tener averías ni gastos derivados de éstas. Sabéis lo que me estresan esos temas. Aparte de que mi economía no está, precisamente, para gastos inesperados. 

Y... Sé que el año pasado os dije que no iba a pediros amor porque de eso tenía de sobra. Amor para dar. Y que no iba a pediros que me fuese correspondido...porque no creo merecerlo. Sin más. Sigo pensando así.

Sólo quiero seguir teniendo alguna de esas mañanas de amanecer a su lado, de abrir los ojos a media noche y sentir el calor de su cuerpo a unos centímetros del mío. En unos días hará nueve años que esas noches empezaron a ser mi regalo de Reyes preferido. Y en todo este tiempo he aprendido a no planificar nada, a conformarme con lo que haya en cada momento. Sólo le quiero alguna noche más, alguna más también en número a las de este año. Sólo eso.

Y..., y para él pido salud. Me siguen preocupando mucho sus frecuentes recaídas. Sé que está cuidado y controlado, pero no puedo evitar preocuparme,  mucho, por él.
Igual el amor es, también, eso.


Y..., y agradeceros que el karma, en algunos temas, haya funcionado. Solito. 
Aunque quedan cosas por hacer y por pasar.
También os pido que me echéis una mano para tomar la iniciativa y dar el primer paso para tener algunas conversaciones, recuperar a algunas personas, o dar carpetazo y sacar de mi vida para siempre a otras. 


Os pido en definitiva, que este año bisiesto y de transición entre décadas me ayudéis a reencauzar mi errática vida presente.

Para todo lo demás, y puesto que creo que he sido buena, caeremos en los tópicos: paz para el mundo, veranos no tan cálidos, que no llueva a destiempo pero tampoco deje de llover. Que la gente no sufra.
Y que el karma no deje de actuar.


Os dejo, como siempre, polvorones, pastelitos de gloria y mazapanes virtuales, leche, sidra y plátanos. Y si os apetece alguna otra cosa, echad un vistazo al frigorífico y serviros: hay algo de chocolate, salchichón ibérico y queso de cabra al pimentón. Y leche de soja con sabor a nuez, por si la normal de vaca no os gusta a vosotros o a los pajes. 
Para los camellos (esos bichos tan simpáticos) tengo heno, terrones de azúcar y agua fresca. A ellos no les digo que escojan otras cosas porque me temo que no son muy de caprichos. 

Poco más que añadir, Reyes Magos.
Agradeceros de corazón, nuevamente, los regalos que me dais cada día. Incluso los que no me he atrevido a pediros nunca. 

Nada más, Reyes Magos.
No paséis frío. Aunque..., que tontería: vosotros nunca pasáis frío, con esas capas de armiño que me lucís en los retratos.


Agradecida y siempre vuestra (y siempre, en esta noche, niña): 
bruxana (o A.S.T.)

No hay comentarios: