domingo, 18 de abril de 2021

Dieciocho de abril de 2021.

 Días pensando en escribir.

Un grado de agotamiento tal que, algunas noches, no tengo fuerza ni para pensar. No es una metáfora: literalmente no me quedan ideas, no recuerdo cómo se llaman algunas cosas, sé que tengo sueño pero no puedo ni definirlo con palabras. Termino tumbada en el sofá con sensación insomne...y me quedo dormida, trasladándome a la cama en algún momento de la noche. 

Días, semanas, pensando en escribir y sin fuerzas para hacerlo. 

Procuro que en mi día a día no se me note el agotamiento. Curiosamente, el uso de mascarillas, que tapan media cara, ayuda al disimulo. Apenas me muevo. No sé si estoy exageradamente gorda (que también) o simplemente hinchada (que seguramente también). Voy y vuelvo al trabajo. No podría definir si camino poco o mucho. Algunos días no como a mediodía (en realidad, como muy poco), pero es probable que finalmente consuma más calorías diarias de las debidas, porque también es posible que al llegar a casa me ponga a picotear cosas (snacks, alguna chuchería, zumo...) y eso hace que al final cene muy tarde y no haga el menor ejercicio físico hasta la hora de dormir.

Cansada.

En mi trabajo estamos en pleno ERE. No, no ERTE como el año pasado (bueno, también) sino un plan para reducir drásticamente la plantilla. Cuento con que estaré incluida en la lista de personas de las que prescindir. No, no por no haber cumplido con mi trabajo, con los objetivos planificados, sino.., da igual: cuento con que estaré incluida y que me despedirán.
Y eso tampoco anima.
Es como dar vueltas sin parar en la rueda del hámster.

Me veo horrorosa en los espejos. Intento no mirarme más que lo estrictamente imprescindible. La progresiva pérdida de visión también ayuda.

En las últimas semanas he cancelado (aplazamiento sucesivo) el encontrarme con él. 
Cuestiones de salud, de su salud, que también me preocupa mucho.
Quizá lo único positivo de estos últimos días es que hemos hablado casi a diario. Hacía mucho que no hablábamos tan a menudo...

Dieciocho de abril de 2021. Domingo soleado. Seguro que estaría bien poder quedarme en casa, leyendo. Seguro que estaría bien poder dar un paseo al sol. Seguro que estaría bien llenar la bañera de agua caliente con cosas que huelen bien y meterme una hora en ella. Seguro que estaría bien volver a meterme en la cama...
Seguro que me apetecerían muchas cosas si no estuviese tan cansada.
Rutina de domingo. Ojalá recupere las ganas de, al menos, escribir.

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