domingo, 2 de abril de 2023

Vida cotidiana mecánica.

 Agotada. Deprimida. Con un trabajo que no me aporta nada, en una empresa totalmente siniestra.
Sabiendo que ya no queda absolutamente nada de lo que en algún momento casi llegué a creerme que era una relación sentimental y que tenía futuro.

No tengo ganas de nada. 

Si pudiera, me metería en la cama y no me levantaría para nada más allá que ir al baño, beber agua, comer cualquier cosa por mero instinto de supervivencia y volver a la cama. 
En realidad, mi día a día viene a ser algo así, solo que en vez de no salir de la cama sí que salgo, voy al trabajo y vuelvo a casa. Pero el resto de mi actividad se reduce a ir al baño, beber agua y comer cualquier cosa por mero instinto de supervivencia. 

Dejo que el caos se adueñe de mi espacio. 

Tres semanas ha estado en mitad del salón la caja de cartón del nuevo televisor. Dos semanas he tenido el centro de planchado aquí, al lado del sofá. Nueve días llevan el cubo de fregar el suelo y la fregona junto a la puerta de acceso al pasillo. No sé cuando ordené por última vez la mesa baja que está entre el sofá y la estantería donde está la televisión, no sé cuanto tiempo llevan en el sofá que no uso algunas prendas que lavé en algún momento, ¿quizá a finales de año pasado? ¿en enero, antes de volver al trabajo?

Me ducho porque tengo que hacerlo, pero ni siquiera estoy segura de si lo hago a diario. Me lavo el pelo al menos una vez al mes. Se me ha caído mucho, se me parte al cepillarlo por las mañanas. No sé cuando me depilé las piernas por última vez, pero sí que no ha sido en lo que va de año: total, siempre llevo mallas o pantalones. 

Todo es así. 

Leo en el tren. Cuando termino los libros los dejo en cualquier sitio de la casa: bajo o sobre la mesa, en la cocina, en el baúl del recibidor (que también acumula ropa lavada y revistas).

No le encuentro sentido a nada. 
Ya no hago planes. Ni planeo volver a hacerlos. 
Vida cotidiana mecánica. Vida de cadena de montaje.
Abril. Comienza la llamada 'semana santa'. Y todo me da igual.

No hay comentarios: