viernes, 5 de diciembre de 2014

Sueños raros.

Sueño cosas raras.

Estoy 'recuperando el sueño'. Esto es: no tengo prisa por las noches, ni angustia si veo que son más de las doce..., de la una,  y sigo despierta queriendo y debiendo dormir. Y no tengo prisa por las mañanas. Cierto que me estoy despertando a la misma hora de los últimos tiempos (antes de las ocho estoy esperando entre sueños el ruidito del reloj cuando llega a la hora en que debería sonar la alarma si estuviese activada, y oigo al móvil 'despertarse', una música diferente al resto de los timbres que indica que son las ocho y que, si quiero, puedo colocar el pin y hacerlo funcionar). Estoy despierta, me entero...pero no tengo porqué levantarme.
Un par de días me han dado las diez en la cama, dormida. Aunque lo habitual es levantarme a las nueve y algo. Poner en marcha el móvil, ya sí. Encender el portátil...o darme cuenta de que no lo apagué la noche anterior. Vaciar los recipientes que recogen el agua que pierde el radiador averiado de mi comedor. Vaciar el cubo que tengo en la terraza y donde vierto ese agua. Y quedarme mirando la calle, sin más, sin prisas. Y entonces pongo la radio: esa costumbre que antes tenía de ponerla antes de cualquier cosa...y que estos diez últimos días parece que he perdido. Quizá porque no tengo prisa, porque sé que no tendré que apagarla en apenas media hora porque me tengo que ir corriendo, porque la apagaré a la hora que me parezca: cuando me vaya a comprar, cuando ponga la televisión para ver el informativo de mediodía mientras como algo...
Imagino que estoy más relajada. Pero tengo sueños raros.

Son sueños repletos de componentes absurdos, de detalles imposibles..., pero que en esos momentos me son de una absoluta verisimilitud. Sueños con luz, con tacto, con olor. En entornos perfectamente conocidos y reconocibles. Sueños en que se mezcla la realidad cotidiana, lo que pasó ayer y lo que pasó la semana pasada o hace unos meses o lo que pienso que pueda pasar en breve. Sueños... que probablemente son varios cada noche, porque recuerdo haberme despertado de madrugada y salir de uno de esos sueños (de los que luego no me acuerdo de qué iban) y volver a dormir tras unos minutos de casi angustia insomne de mirar los números rojos del reloj proyector en el techo y pensar que debo dormir, que no son las cuatro y debo dormir, que no es hora...y de repente estar dentro de otro de esos sueños raros. Sueños en los que necesito ir al baño...y lo busco en sitios que conozco o no, y en el fondo algo me dice que estoy soñando y que simplemente debo abrir los ojos, recorrer los dos metros que me separan del baño real y volver a dormir. E imagino que alguna noche lo hago, aunque luego realmente tampoco lo recuerde...o sí, pero se mezcla en los sueños. En el recuerdo de los sueños.

Esta noche casi ha sido una pesadilla. De pronto, no estaba 'desempleada', sino de vacaciones. Los últimos días habían sido eso, uno de los periodos raros de vacaciones que he tenido este último año, y tenía que volver a trabajar. Y ahí es donde se mezcla la realidad y la ficción. Porque en mi sueño soy consciente de mis últimos días en ese sitio, del momento en que me indicaron que no se renovaría mi contrato... todo eso está en el sueño. Y de repente, resulta que tengo que volver, porque no era un despido sino unas vacaciones... E imagino que discuten lo que les aseguro: era una 'no renovación' de contrato...
Es una sensación rara. Era una sensación rara. Porque vuelvo a verme allí, encerrada en el búnker. Retomando las cosas donde las dejé. Recuperando expedientes, clientes, fichas... qué sé yo.
Y se mezcla la angustia del retorno a un sitio absolutamente aborrecible... con la cierta tranquilidad, el respiro de 'pues sigo teniendo trabajo'.
Sueños raros. Días raros.

Y otras cosas, otros sueños. Que también mezclan realidad con ficción, con deseos de cosas que no se pueden hacer, con recuerdos de cosas pasadas, con proyectos imposibles a los que se renunció voluntariamente...o no voluntariamente, porque a veces las renuncias voluntarias no son sino engaños que nos hacemos para no producirnos aun más daño...
Aunque eso sea otra historia. U otros sueños.

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