Segundo día de vacaciones.

Oficialmente: segundo día de vacaciones.
Sin novedades reseñables.

He ordenado-limpiado la terraza de la cocina. El tendedero, empleado aquí el término con absoluta propiedad, puesto que es ahí donde tiendo la ropa (no tengo cuerdas por fuera. Podría tenerlas: de ventana del dormitorio que empleo como trastero a la ventana de idéntico dormitorio de los vecinos, y ellos igual. Somos el único piso que no tiene cuerdas ahí, curiosamente. Pero me repatea ver la ropa tendida en las fachadas cuando hay sitio en la terraza para hacerlo. Además, ni los actuales vecinos ni los anteriores me pidieron nunca que pusiéramos las cuerdas). He tirado una docena larga de macetas de plástico de todos los tamaños, un cajón de madera pintado de naranja que en su momento recogí de la calle pensando en emplearlo como macetón...y que nunca usé para nada, estando durante meses y meses ocupando sitio, una jaula pequeña que se estaba rompiendo sola, los recipientes de cristal que voy acumulando para tirar juntos al correspondiente contenedor... Barrido bien, fregado el suelo y todo colocadito: la bombona de butano de repuesto protegida por unas tablas en un rincón, las macetas que no he tirado debidamente apiladas, la jaula vacía que fue la casa del pobre canario perfectamente limpia, lo que en su día fueron carteles-anuncio doblados para poder ser empleados como lonas llegado el caso... La verdad es que han sido un par de horas muy bien empleadas.
He terminado, eso sí, sudando a chorros y cubierta de polvo, que en algunos puntos se iba convirtiendo en una especie de barro.

Mi propósito/proyecto de levantarme lo más tarde posible, de momento, está siendo un fracaso. Porque me despierto a la misma hora de siempre, a las ocho adormecida escucho 'resucitar' el móvil, a las ocho y media se diría que el suelo me pide que lo pise... Y a las nueve estoy sentada en el sofá, sin hacer nada, planificando preparar café, poner la radio, tostar una rebanada de pan de molde o echar un puñado de cereales integrales a una taza grande... Y sin hacer nada hasta media hora larga o incluso una hora más tarde.
Mis hormonas revolucionadas me dicen que debería estar hinchada como un balón. Pero en realidad no lo estoy...o pienso que no lo estoy. Si en estos días me 'deshincho', estaré confirmando que el lugar donde trabajo, como entorno, es nocivo para mi salud. Cosa que sospecho, porque es completamente inexplicable que con lo que ando cada día para ir y venir (paseo hasta la estación del tren, bajada desde el tren al metro para hacer trasbordo, tremendo trasbordo atravesando la estación más grande de toda la red para cambiar de metro, paseo hasta el trabajo..., ida y vuelta), sin más desayuno que una taza de café manchada con  leche y dos galletas integrales o de canela, sin otro tentempié que una taza de infusión o una cocacola light y, a veces, una chocolatina de barquillo, una tortita de maíz o un pedacito de bizcocho, comida casi a las cuatro de la tarde compuesta por un sándwich de pan integral con cualquier cosa dentro...y nada más hasta llegar a casa a más de las ocho de la tarde...., es imposible, decía, estar tan hinchada y no sólo no adelgazar, sino haber ganado peso.
Eso y el cansancio salvaje y el dolor de articulaciones y músculos, y los calambres algunos días y el dolor de ojos más allá de la pérdida de visión... a ratos me hacen pensar que hay algo dañino, pernicioso, en mi lugar de trabajo. Ese edificio acristalado al que sí se le pueden abrir las ventanas y que 'tiembla' como si sufriera miniterremotos...porque tiene una tienda china en el bajo y el aparcamiento para clientes en la azotea.

Tengo plenamente asimilado que no aprovecharé estos días debidamente...porque sobre eso ya me conozco. Y que cuando el cuerpo se me haya acostumbrado a los horarios y empiece a no despertarse a las seis y media de la mañana...será de nuevo esa hora a la que me tenga que levantar, porque se habrán terminado mis vacaciones. Pero si al menos consigo descansar un poco, ordenar un poco mi entorno, actualizar este blog con un mínimo de frecuencia, que mis plantas tengan mejor aspecto... daré por bien aprovechadas estas vacaciones.