jueves, 31 de diciembre de 2015

Fin de año.

Fin de año.
No, creo que no ha sido malo. Aunque también puede influir en que, como cada vez tengo menos expectativas con respecto a algunas cosas, es más fácil que los resultados me satisfagan. E igual con este año también me ha pasado esto.
Aunque..., no: no ha sido un mal año.

Lo termino con trabajo. En realidad, he tenido trabajo prácticamente todo el año. Tras una desastrosa y brevísima experiencia en enero, y un febrero raro de alguna entrevista esperanzadora, una formación previa a incorporación que desde el primer instante tuve claro que era una soberana tomadura de pelo, muchas ofertas que eran un disparate..., empezó un marzo en que antes de mediados de mes ya estaba trabajando. Buen horario, sueldo de supervivencia que al menos me da para pagar gastos, buen ambiente... Venta de algo de lo que no entiendo ni me gusta, pero en lo que doy buenos resultados. Y eso es lo que importa, supongo. Contrato indefinido desde septiembre, empresa perteneciente a un más que sólido grupo del mundo de las telecomunicaciones. Tremendos madrugones, más de tres horas de transporte público diario, oficina en un polígono industrial de lo más antiglamouroso. Pero trabajo al fin y al cabo. Trabajo con el que empiezo el año.

La salud también se ha portado. Imagino. Porque con lo poco que me importo en ese sentido..., no sé ni como estoy. Muy cansada, permanentemente cansada. Dolores de garganta, extrañas reacciones alérgicas, alguna gripe absolutamente criminal. Esas cosas. Poco importante, nada que no quite el tiempo y un paracetamol a tiempo.

Muchas fotos. Muchas. Una cámara nueva que me regalé este verano. Y muchas fotos.
Año sin apenas reuniones con amigos. El tiempo, o la falta de tiempo. O..., que eso, el tiempo pasa y como dijo Neruda: 'nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos'.

Y..., y también sin expectativas empiezo este 2016 en eso que tanto me importa. Eso que no es 'eso', que tiene nombre y a quien no nombro, porque da igual. Porque..., en fin, qué más da.
Porque durante meses deseé que un día mirase hacia mí y me viera. Sin darme cuenta de que eso ya había pasado. Que claro que me había visto, y que por eso nunca sería posible nada más, porque lo que vio no le gustó. Y ya está.
No me quiere ni me va a querer nunca. Eso no es un descubrimiento de este año, claro, pero quizás hasta este año no he querido perder la esperanza. Ahora también sé que no le intereso en lo más mínimo y que, si en algún momento le gusté, no es ahora. Nunca he pasado de ser 'alguien con quien habla alguna vez'. Y ya está. Y siempre fui perfectamente intercambiable, una más entre todas las que en algún momento han pasado por su vida o le han metido en su cama.
Al menos termino el año siendo perfectamente consciente. Un año en que le he visto más que cualquier otro desde..., desde hace más de cinco años, desde el momento en que me di permiso para intentarlo, para intentar tener algo más con él, para permitirme quererle. Un año en que me propuse verle cuantas veces me fuese posible. Sin darme cuenta, casi hasta el final, de que me estaba equivocando de nuevo. De que simplemente estaba haciéndole perder el tiempo, de que le estaba obligando a dedicarme eso, un tiempo, que debía o podía a otras cosas.
Podía resumirlo en algo tan obvio, tan evidente, como que si alguien no te llama es porque no le interesas, que si no va a verte es porque no le interesas, que ni si se acuerda de qué día exactamente cumples los años...es, claramente, porque no le interesas. Y siempre fue así, aunque yo haya tardado cinco años en reconocerlo.
No, no me quiere, ni le intereso, ni le importo en lo más mínimo. Pero no tengo nada que reprocharle al respecto. Nunca lo he tenido. Él nunca estuvo conmigo, fui yo quien se empeñó en estar con él. Y he tardado demasiado tiempo en admitir lo que en realidad siempre supe. Y...

Da igual.

Termina este 2015. Quisiera tener expectativas para el 2016, es más, seguro que las tengo.
Pero eso será otro post.
Feliz año a todos.

1 comentario:

Laura Selene dijo...

Feliz año guapa y como me salte tu cumple felicidades también por ello, este año también subsistiremos. Besos.