sábado, 9 de julio de 2016

Miedo a no poder seguir a flote.

Semana agotadora. Y no sólo por el calor (sofocante, pero esperable, que estamos en Julio y estoy en Madrid) sino por el resto de las circunstancias.
Hay días en que me despierto pasando de un sueño más que raro a una realidad...cotidiana, sueño de ese rato entre los minutos de duermevela previo al campaneo del despertador y el saltar de la cama cuando los 'cinco minutos más' se han convertido en veinte. Y esos días paso horas envuelta en sensaciones raras. En sensaciones que me dicen que están pasando cosas a mi alrededor que me cambiarán la realidad, y que no me estoy dando cuenta.
Sensación de irrealidad continuada.

En  mi empresa están pasando cosas. Están cambiando muchas cosas de tipo 'interno' y eso nos está salpicando a todos. Y las consecuencias a medio plazo no van a ser buenas, precisamente. Me da mucho coraje que, cuando por fin he encontrado un sitio más o menos aceptable (dentro de lo que son este tipo de trabajos y este tipo de empresas) consigan que todo empiece a fallar...y que finalmente todo termine mal. Y tener que empezar otra vez: a buscar un trabajo, a encontrar porquerías, al sueldo de mera supervivencia y tirando de los poquísimos ahorros que en seis meses haya podido acumular, a pruebas, a fallos, a enfados, a... A mil cosas que ya conozco, a unos cambios que si tuviese 20 años menos me parecerían oportunidades. Pero no tengo esos 20 años menos y yo no puedo permitirme más cambios. Necesito un mínimo de estabilidad, siquiera profesional. Aunque la estabilidad que tuve durante años sepa que ya jamás será posible..., necesito una plataforma que no se mueva demasiado para seguir en mitad del mar, donde estoy, sin ese miedo a no poder seguir nadando, a no aguantar más, a hundirme y ya no salir a flote nunca más.
Hay más cosas. Hay otras cosas.
Pero hace calor y estoy tan cansada...

No hay comentarios: