sábado, 22 de julio de 2017

Veintidós de julio.

Hay fechas que son aniversarios.
En ocasiones, las tengo muy presentes. Otras, simplemente sé que algo me está rondando la cabeza...lo relaciono de pronto al ver la fecha y también de pronto 'caigo' en qué es.
Algunas me importan más que otras.
En algunas, me doy cuenta de cuanto me importaron durante años...y lo poco que me importan ahora.
Hay fechas que son cumpleaños, por ejemplo. Me suelo acordar de todos los cumpleaños. Algunos conllevan contactar con la persona que los cumple para felicitarla. Otros no. Porque ya no tengo relación con ella o porque sé que no entendería mi llamada... O, más bien, porque no quiero que sepa que me sigo acordando.
Hay fechas que me recuerdan rupturas. Reconciliaciones. Descubrimientos. Que fueron el día en que conocí a alguien que fue una parte importante de mi vida, aunque en ese momento ni lo intuyésemos. O que fueron la última vez que nos veíamos...aunque tampoco en ese momento fuese posible sospecharlo.

Hoy ha sido veintidós de julio. De hecho, sigue siéndolo.
Y hoy es, ha sido, uno de esos aniversarios. Veintiún años ya.
Y miro hacia ese día. Y vuelvo a mi presente.
Y hay botones de nácar, pero son otros. Aunque igual aquel siga en mi monedero, no lo sé.

Y creo que ya ese día, que veo tan lejano y tan presente a la vez, ya ha dejado de importarme. Y quizá, para siempre.

No hay comentarios: