viernes, 5 de enero de 2018

Queridos Reyes Magos...

Queridos Reyes Magos....

Sí: este año también habrá carta. A última hora, porque cada vez me administro peor el tiempo o porque cada vez estoy más cansada y tengo menos ganas de nada. Pero no podía dejar de escribir mi carta de Reyes. ¿Superstición? Podría ser...

Queridos Reyes Magos:
Creo que este año he vuelto a ser una niña buena. Tan buena, que muchas veces lo que soy es tonta, pero..., de eso no tenéis la culpa vosotros. He madrugado mucho. He cumplido religiosamente con mis tareas y obligaciones. No he faltado ni un solo día al trabajo, ni estando enferma. He soportado con paciencia las huelgas de transporte, el malambiente laboral, he intentado mediar en guerras que no eran mías. Sólo he llorado en público una vez, pero fue muy poquito. He dado más importancia a los demás que a mí misma. Por tanto, creo que soy merecedora de lo que os voy a pedir.
Bueno, tacho la última frase. Simplemente, paso a escribiros esta carta.
Como cada año, os agradezco lo que me habéis dado. He tenido trabajo todo el año y aunque mi sueldo siga siendo mileurista y mis ingresos hayan ido descendiendo desde finales del verano, tengo para vivir. Incluso para permitirme algún capricho en estos días navideños (esos regalos que a veces me hago. Y, sobre todo, los regalos que hago a los demás). No se me han roto cosas importantes. Sigo viviendo en el mismo sitio y pagando el mismo alquiler. Por tanto, digamos que mi situación económica es estable. Os lo agradezco. Y mi primera petición es ésa: que las cosas se mantengan así. No me puedo permitir gastos inesperados, francamente...
Mi salud no ha sido del todo buena: esas crisis de ansiedad...de las que seguramente soy yo la única responsable. Pero no me he tenido que quedar en casa, sin ir a trabajar, ni un sólo día. Os pido por tanto que siga más o menos así. Bueno, no... Os pido que me quitéis la angustia. Y que de una vez me ayudéis a perder peso. Me siento vieja y cansada. Y triste, muy triste, pero eso no tiene que ver con mi estado de salud. Os pido, por tanto, que mantengáis mi salud....y me ayudéis a decidirme a ir al médico cuando me sea necesario.
También hay cosas como lo de volver a conducir y esos temas..., pero creo que no es competencia vuestra. Os agradezco si fuisteis vosotros quienes me ayudasteis en primavera a solucionar todo aquel pequeño lío con el coche. Y os pido que este año sigáis echándome una mano en ese tema, en lo relativo a Hacienda, en las posibles comisiones bancarias.... Al final, todo es dinero y es simplemente dinero. No es tan importante aunque lo sea. Importancia justa. Ayuda justa y agradecimiento.
Necesito que mantengáis mi trabajo. Y que mejoréis las condiciones. No os pido seguir en la misma empresa ni cambiar: me basta con que no pierda ingresos. Sabéis que hace meses doy vueltas a la posibilidad de cambiar de empleo..., aunque no esté buscando nada de manera activa. Os pido, por tanto, que me echéis una mano en ese sentido.
Y, para mí, nada más.
Para el mundo, sí: paz, que no aumenten las catástrofes naturales. Que nuestros políticos, los nacionales y los otros, dejen de hacer sandeces. Que pare toda la violencia contra todo el mundo. Que deje de morirse la gente de hambre, en un mundo donde tiramos tanta comida. Que seamos todos un poco más solidarios y más coherentes.
Y que llueva. Eso también es un deseo egoísta: que llueva. Necesito lluvia real y hasta metafórica, como necesito luz y necesito ventanas...

Y...
Y para qué voy a seguir diciendo que no necesito nada: necesito que me traigáis ilusión. Eso en lo que se supone que sois los absolutos expertos. Quiero que me traigáis algo que haga que vuelva a ilusionarme. Porque actualmente no siento ilusión por nada. Porque estoy triste, me siento muy triste.
Porque ese 2017 al que tenía miedo no defraudó. Y se ha llevado más de lo que me ha traído.
Ya no os pido amor (¿para qué? amor para dar me sobra. Amor para quien no me quiere). Simplemente, algo que me ilusione. Ni siquiera sé si ese 'algo' es compañía (imagino que sí), o es simplemente tranquilidad, o...no sé, supongo que vosotros sabréis mejor que yo lo que necesito.
Me gustaría poder atreverme a pediros que alguna mañana le vea dormido a mi lado, al abrir los ojos. Pero creo que eso ya no es competencia vuestra. Hace siete años pensé que fuisteis quienes me lo habíais traído, sí, esa primera mañana en que desperté y estaba a mi lado. Y probablemente fue así. Pero las cosas no duran para siempre. Los juguetes no son eternos...
Si os pido que él esté bien, que sea feliz y que tenga lo que desee. Probablemente también os lo pedí el año pasado y, como lo que quería era que su empresa le hiciese indefinido, igual fuisteis vosotros... Este año os pido para él que sea feliz, ya que yo no puedo darle esa felicidad.

Y nada más. Que todos los míos sigan bien. Que también tengan lo que deseen.

Como cada año, os dejaré los polvorones, el turrón de alicante, el vinito y el Bailys. Zumo y frutas escarchadas para los pajes, y leche si la quieren. Y plátanos, claro. Y paja y agua fresca para los camellos, esos bichos por lo que ya sabéis que siento debilidad.

Y ya está. Si pensáis que no he sido lo bastante buena, no me traigáis nada. Pero, por favor, no me dejéis perder más cosas. Quiero creer que este año, que es par pero no bisiesto, que es redondito y lunático, va a ser un buen año. Ayudadme a seguir creyendo en cosas así, como sigo creyendo en vosotros.

Muchas gracias por todo, queridos Reyes Magos.

Vuestra, como cada cinco de enero:

bruxana (o A.S.T.)

No hay comentarios: