martes, 17 de abril de 2018

Primavera al fin.

Parece que ya termina el invierno.
Es raro. Llevábamos tantos años sin tener un invierno real...que en algunos momentos ya se me estaba haciendo un poco pesado. Aunque la verdad es que tampoco hemos tenido muchos días de frío drástico. Ha sido una especie de otoño larguísimo con más lluvia (mucha más) de lo habitual.

Otros años, por estas fechas ya llevábamos más de un mes de primavera que algunos días ya era casi verano. Éste, hasta hoy hemos empezado los días con temperaturas muy bajas (inferiores a los 5ºC) y raramente hemos pasado de los 15ºC. Pero hoy ya hemos sobrepasado los 20ºC y mañana se mantendrá la misma tónica.

Y..., y aquí estoy, muerta de sueño y hablando del tiempo.

La semana está siendo tan rara como todas las de este invierno, como me temo que van a seguir siendo todas las de la primavera. Monotonía y ambiente raro laboral.
Y su ausencia.

Anteayer se me desconfiguró el blog. Ahora ya no tiene exactamente el mismo aspecto. Y, por un momento, hasta llegué a temer haberlo perdido...
Estoy dándole vueltas a la idea de abrir uno sólo para él. Para escribirle.

Sigue sin llamarme, sin darme permiso para llamarle yo, sin escribirme. Y aunque ya sé que eso va a ser así para siempre...no deja de doler.
Le echo terriblemente en falta.

Mañana será ya dieciocho de abril. Será ya miércoles. Y el parte meteorológico dice que habrá llegado la primavera a los termómetros.
Pero para mí, todo seguirá igual.

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