lunes, 23 de julio de 2018

Probable alta médica. Y doscientos cincuenta y seis días sin él

Sigo en fase de recuperación.

Aunque no tenga aún el que yo reconozco como mi tono habitual de piel y aun permanezca un reflejo amarillento en mis ojos, sé que voy recuperándome. La analítica de la semana pasada también lo corroboró. Creo que tanto la doctora como yo esperábamos encontrar una mejoría más llamativa, pero al menos no he empeorado y, además, los valores que tienen que bajar siguen haciéndolo. Bueno, casi todos, porque el colesterol ha subido y tengo que tomar un medicamento repulsivo que es como tragar arena...

También sigo de baja laboral. La semana pasada, tras la consulta con la doctora en el hospital, podía haber insistido a mi médica de cabecera para que me diese el alta, pero no lo hice (y tengo claro que ella tampoco piensa precipitarse. Vamos, que no tiene ninguna prisa y menos sin que el hospital confirme que estoy curada al 100%). Mañana vuelvo a tener cita con la médica para que me renueve la baja una semana más o, como quedé el marte pasado, me dé el alta.

Hasta esta mañana tenía clarísimo que el miércoles volvería al trabajo. Ya no lo tengo tanto.
Si prorrogo otra semana más la baja, me incorporaría el día 01 de agosto. No sé si volver una semana antes mejoraría en algo la que sé que va a ser mi precaria nómina de julio. Bueno, en  realidad sé que a estas alturas del mes las nóminas ya están cerradas, en tal caso influiría en mi sueldo de agosto.
Pero no sé si sería así y me temo que no.

La verdad es que no tengo la más mínima gana de volver al trabajo, para qué decir otra cosa....

Igual lo poco que aún quedaba en mí de mi antigua (y famosa) adicción al trabajo está desapareciendo a toda velocidad. Y creo que eso es bueno, la verdad.

En otro orden de cosas...
Es complicado mantener la decisión de no llamarle, de que eso sea lo que debo hacer cuando ni se molestó en enviarme un sms sabiendo que estaba ingresada. Es complicado cuando sé que sigo queriéndole, que me sigue importando por encima de tantas cosas... Que una de las razones y de los motivos de esto injustificable médicamente hablando que me ha pasado ha sido mi preocupación por él y el no verle, el no poder verle...
Es complicado mantenerse firme cuando sé que me hace bien siquiera escucharle hablar...

Mañana probablemente me den el alta médica y el miércoles vuelva al trabajo. a la rutina de tres horas y pico diarias de transporte público y todo lo demás.
Pero seguiré sin verle. Ocho meses y medio ya sin verle.

En los últimos nueve años, los primeros ocho meses y medio.
Doscientos cincuenta y seis días lejos de mis ojos y mi piel.

No hay comentarios: