domingo, 31 de marzo de 2019

Termina marzo. Empieza abril.

Terminando una de las semanas más raras de los últimos años de mi vida. Y quizá, también, de las más complicadas...aunque para eso creo que ya he creado 'callo' y ni lo noto.

Ser capaz de desconectar, totalmente, al salir del trabajo también ayuda. Y ayuda que, igualmente, en las horas laborales no se mezclen otras cuestiones. 
Pero que no se mezclen ni significa que no estén ahí y no evita que afecten. Afectan. Quizá más de lo deseable.

En unas horas comienza una nueva semana y un nuevo mes, el cuarto del año. Y ya sé que la semana va a ser intensa. Probablemente tanto o más que la que se ha terminado.
Pero sobreviviré. que remedio.

No estoy bien de salud, ni física ni mentalmente. Porque sé que mis problemas físicos se derivan de lo mental, y por eso el año pasado no fueron capaces de averiguar qué había ocasionado lo que me pasó. 

Estoy cansada, estresada, me siendo hinchada. El lunes pasado tenía la tensión disparada y sé que no he mejorado.
Y no sabemos porqué.
Bueno, yo sí lo sé. El estrés laboral. La preocupación por no saber de él. Temas familiares. Historias raras.

Termina marzo.
Empieza abril. 
No me atrevo a darle la bienvenida.

No hay comentarios: