domingo, 24 de marzo de 2019

Veinticuatro de marzo. Domingo. Sin más.

Días muy complicados que forman semanas muy complicadas que forman meses muy complicados.
Esto está siendo el año 2019.

No escribo porque llego tan sumamente agotada a casa, tras un día de incongruencias, de retrasos en el transporte, de personajes falsos, de errores que nadie admite, de dolor de huesos...que no es que no tenga nada que contar, es que no tengo fuerzas para hacerlo.
Aunque la verdad es que lo que podría contar tampoco es tan importante ni tan interesante.

El jueves por la noche conseguí no llorar. O igual sí lloré, pero ya ni me acuerdo.

Mañana vuelve a ser lunes. Y, como cada lunes, quisiera no tener que ir a trabajar, pero no hay otro remedio. 
Ir a sumar incongruencias, malos rollos, contradicciones.

Un día más. Que será una pieza para completar otra semana más. Que sumará para completar un mes más.
El tercero del año. Porque ésta, además, será la semana que termine marzo.

Sin más.

No hay comentarios: