Dos meses sin trabajar.
Y, de momento, sin angustia al respecto. Imagino que la diferencia, con otros periodos de desempleo, es el 'colchoncito' de los 16 meses acumulados de paro. Porque en otras ocasiones el máximo que tuve fueron 6 meses...y no, no es lo mismo. La verdad es que nunca agoté el paro, siempre me quedó entorno a un mes sin cobrarlo (bueno, salvo la primera vez, hace 15 años que sí lo agoté..., eso y el ahorro personal de toda la vida. Y hace 9 años, que teniendo cuatro meses gasté sólo uno y, encima, estuve otro trabajando con un sueldo casi menor a lo que hubiese cobrado de subsidio. Cosas raras que hace una. Y el desconocimiento: no sabía que el paro que no se cobra, se pierde. Porque el derecho de cobro devengado por cada periodo trabajado no es acumulativo).
Mi intención, no obstante, es empezar a buscar antes de finalizar el presente mes. La situación ideal sería reincorporarme al mercado laboral en septiembre. Nuevo curso, nuevo curro. Además. como soy consciente de que el primer trabajo que se encuentra tras un periodo de paro suele ser 'de transición' (un mes y volver al paro, ya me ha pasado otras veces) prefiero seguir teniendo ahí el 'colchoncito' del paro sin cobrar. Para evitar angustias, que no me convienen. Ni me apetecen.
Paso el día sin hacer nada importante. Limpio, riego las plantas, plancho por la mañana, saco las plantas a la terraza por las noches para recogerlas antes del mediodía. Nada transcendental. No suelo levantarme antes de las diez y desayuno sin prisas, por lo que no es raro que me den las doce con el café sobre la mesa mientras he vagueado en la terraza, revisando el correo electrónico o, simplemente, escuchado un rato la radio tumbada en el sofá. Como tarde (más cerca de las cinco que de las tres) porque a veces salgo a la compra a mediodía. Tomo algo de fruta sobre las ocho y media de la tarde, como merienda. Y ceno algo...a partir de las diez de la noche. Por lo que, al final, lo único que sigue sin variar con respecto a mis horarios 'normales' laborales es la hora a la que ceno: tardísimo. Afortunadamente, como no he madrugado...cuando me entra el sueño ya es tan tarde que he hecho, sobradamente, la digestión.
Y otra costumbre que no he perdido es la de quedarme dormida en el sofá y trasladarme a la cama a medianoche...casi más de madrugada.
Y en esto consiste mi aburridísima rutina diaria de desempleada ya no tan reciente. Y merecía un post así de aburrido.
(Quisiera hablar de otras cosas. Debería hablar de otras cosas que me preocupan más. Pero..., pero no hoy. No esta noche. No en este post aburrido sobre una realidad aburrida como es la mía este verano).
Rutina y aburrimiento. Para que pase el tiempo. O para evitar el estrés.
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