domingo, 8 de marzo de 2020

Agotada.

Una de las semanas más agotadoras de los últimos tiempos.
Esa frase resume los últimos siete días.

Agotamiento mental, más que físico (porque físicamente tampoco he hecho nada reseñable). Pero tanta, tanta información en tan poco tiempo...agota. Me refiero a mi nuevo trabajo, claro. Semana de formación previa a la definitiva incorporación a plantilla (aunque ya esté contratada y dada de alta en la Seguridad Social, desde el primer momento). Mucha información (en gran parte, inservible, tengo que admitirlo). Como lo definí ante uno de los 'formadores': procesar cosas en un nuevo idioma. El propio, la jerga, del nuevo trabajo.

Mañana será una especie de 'día mixto'. Seguimos con la formación...pero probablemente no todo el día. Comienzo de trabajo efectivo. Aun no tengo claro cual será mi horario (aunque la idea es trabajar de diez de la mañana a seis de la tarde de lunes a jueves y de diez a tres o cuatro de la tarde el viernes. La empresa defiende la idea de que cada cual puede organizar su horario a su gusto..., y, aunque como teoría me parezca bien, a estas alturas de la vida prefiero que me den unas pautas claras, al menos en un principio). 
Además del agotamiento, la sensación es que llego tarde a este proyecto. No porque empezase hace mucho o porque yo no esté en él desde sus inicios...sino porque me siento mayor. Creo que es algo que hace diez años habría satisfecho completamente mis aspiraciones laborales..., pero en el momento actual...no sé. Me siento cansada. Y mayor.
Agotamiento.

El jueves, tras la ducha, la camiseta de algodón cómoda, el desmaquillaje y la crema en la cara, el puré de verdura y el yogur, el lavado de dientes, la trenza en el pelo..., me tumbé en el sofá para ver el capítulo semanal de la que a estas alturas ya es la serie más longeva de la televisión patria (casi 19 años) y que sigo por épocas: años sin verla, reenganche hace un par de ellos. Según el planning de programación, el capítulo empieza sobre las 22:5oh y acaba antes de las 00:00h. Cuando me tumbo en el sofá están emitiendo un 'Especial Coronavirus'.  Cierro los ojos (o eso creo).
Los abro. Sigue el 'Especial Coronavirus'. O eso pienso en un  primer momento...hasta que me doy cuenta de que no, no es el mismo programa.
Miro la pantalla del portátil. 
Las 01:35h.
Me he quedado dormida antes de las once de la noche. Y llevo más de dos horas y media durmiendo.
Apago el portátil. Apago la televisión. Me traslado a la cama.
Y pienso qué grado de cansancio debo tener para haberme quedado dormida, de golpe, antes de las once de la noche.

Mañana es 09 de marzo. 
Arrancando una nueva semana, un nuevo proyecto laboral.

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