Semana rara, de ésas en que no pasa nada.
Semana que debería haber terminado mejor, pero en la que lo único reseñable fue otro 'aplazamiento sucesivo'.
Y ya no sé si enfadarme o no por ello. Mejor dicho, ya no sé si eso me produce o no enfado (no con él. Con las circunstancias). Igual tras cerca de diez años me he acostumbrado, no sé.
Segunda y última semana de vacaciones veraniegas de este año tan, tan sumamente extraño.
Hace un rato tenía frente a mi terraza, en el cielo, ese cometa que lleva meses siendo visible a determinadas horas y en determinadas zonas...y que yo no había visto hasta hoy. Ahora veo una luminosa luna en pleno creciente y el planeta Júpiter, también grande y brillante. Iluminando el tejado de pizarra de el edificio estilo 'quiero y no puedo' que tengo enfrente.
Y anoche bajaron un poco las sofocantes temperaturas.
Y poco más que añadir.
Último sábado del mes de agosto.
El lunes vuelvo al trabajo.
Y nada más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario