Sigo sin llevar bien el teletrabajo.
Por descontado, sería peor no tener trabajo de ningún tipo o seguir en el erte, pero...pasarme todo el día sola me agobia.
Siempre he sido muy autónoma: me apaño perfectamente y me organizo sin necesidad de que haya alguien controlando o supervisando mi actividad. Tampoco necesito trabajar 'en equipo' como tal. Y durante épocas de mi vida he trabajado prácticamente sola o he pasado días sola en el trabajo. Pero...esto es otra cosa.
Puedo volver por la oficina (de hecho, está abierta). Pero ya tengo comprobado que no va apenas nadie, así que al final me encuentro con que empleo tres horas y pico diarias en viajar para terminar igual de sola. Y, francamente, empieza a no compensarme.
Esta semana, por ejemplo. El abono mensual de transportes me caducó el domingo, así que he decidido no ir presencialmente a la oficina...para no tener que renovarlo. Son mínimos gestos de ahorro para un año desastroso, también en el plano económico.
Sé que al quedarme en casa termino trabajando más horas de lo debido y que es algo que debería controlar. Pero..., de momento no soy capaz. Ayer me conecté a las diez de la mañana (bueno, algo antes, porque a esa hora empezaba una reunión virtual) y me desconecté a más de las siete de la tarde (a mediamañana tuvimos otra reunión virtual). No paro para comer: me tomo cualquier cosa. Ayer, un tazón grande de gazpacho y unas porciones de queso fresco. Y sigo trabajando.
Hoy he desconectado a las seis y media. Esta mañana no tenía ganas de hacer nada (a veces pienso que podía conectarme más tarde de las diez. Total, si mi jornada 'obligatoria' son siete horas al día y hago muchas más. En parte a cuenta de los viernes, en que podría desconectame a las dos de la tarde...o antes incluso) pero luego me pongo... Y aunque paro algún minuto suelto (en el transcurso del día he lavado la camiseta con la que duermo, un top, un par de sostenes, unos pantalones de gasa...que lo del covid conlleva estar lavando contínuamente la ropa con que se sale a la calle) y termino pensando que igual aparecen lagunas en mis tiempos de conexión..., pero en realidad me consta que no hay ninguna pausa demasiado larga. Aunque entre las dos y media y las cuatro de la tarde suele haber una de unos 20 minutos que me serviría, llegado el caso, para justificar que paro un momento para comer algo...pero que no parto la jornada.
Me obsesiona un tanto todo este asunto. Estaría más cómoda fichando para entrar, fichando para salir, sabiendo que puedo repartirme a lo largo del día una hora de pausas pequeñas o media hora de pausa larga y algunos microdescansos.
Hoy en un correo de mi responsable directo he sabido que las ventas del grupo van fatal, pero que soy la segunda persona con mayor número de ellas en lo que va de mes. El número son dos, pero es que el resto de los compañeros llevan una o ninguna (y una compañera, cuatro). También sé que mis dos ventas son las únicas a las que no falta adjuntar documentación (eso lo he deducido cruzando los datos de hoy con los de otro correo de ayer). También ha mencionado que el nivel general de llamadas es anormalmente bajo comparado con el que hacíamos en la oficina (no creo que se esté refiriendo a mí, en este caso. Ya procuro yo que en algunos momentos, mediodía o primera hora de la mañana, dedique ratos a prácticamente marcar y colgar a los pocos tonos...para aumentar el volumen de emisiones. Como decía, soy bastante autónoma para mi trabajo.
Me interesa vender por puro egoísmo material, por necesidad económica. Y para conservar mi trabajo. Pero también quiero que venda el resto del equipo...precisamente para que siga existiendo la división comercial donde está mi puesto de trabajo. A finales de julio despidieron a tres compañeras que llevaban al menos un año (creo que una de ellas, los dos años y pico que lleva creado este departamento). En la dos últimas reuniones virtuales, he visto que tampoco están otros dos compañeros (aunque sí los veo leer las publicaciones de una especie de chat común que tenemos para pasarnos avisos). Entiendo por tanto que deben estar haciendo otras tareas, aunque...
No ir presencialmente a la oficina hace que no exista el equipo como tal. Como le dije a mi responsable directo el pasado viernes, en una llamada telefónica brevísima que me hizo y donde me preguntó mi opinión relativa a la posibilidad de que plantease como algo obligatorio ir un par de días por la oficina: no somos un equipo de trabajo. Somos una serie de personas que comparten una base de datos con la cual trabajan.
Y que sí: yo necesito ese contacto con mis compañeros, aunque no suponga más que coincidir unas horas bajo un mismo techo.
No llevo bien el teletrabajo. No llevo bien este año tan raro en tantas cosas.
Y llevo dos meses y medio sin verle y tres o cuatro aplazamientos (de esos que yo llamo 'sucesivos') en estos dos meses y medio. Y en dos ocasiones porque está enfermo.
Y me siento egoísta pensando en cuanto me habría gustado poder verle, estar con él unas horas, despertarme y verle dormido a mi lado...
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