miércoles, 6 de julio de 2022

Ya lo pensaré mañana.

 Creo que el agotamiento que he llegado a acumular (y que aún arrastro) está haciendo que todavía no me haya dado el esperable 'bajón' que me debía producir la pérdida del trabajo. 
Y sé que ese momento llegará. 
Aunque esto fuese totalmente insostenible, quedarse sin empleo nunca es una situación agradable. Al menos, para mí nunca lo ha sido. 
Quizá que haya fallado un proyecto (éste en que he estado casi dos años y medio) que me ilusionaba tanto, que creí que no fallaría nunca...me ha dejado en un estado mental y anímico raro. Llevo una semana en paro, pero de momento me siento como 'de vacaciones'. Bueno, técnicamente estoy así: de vacaciones legalmente.
No sé. Imagino que porque sigo cansada (y estresada), algo en mí me hace tener la actitud de Scarlett O'Hara: 'ya lo pensaré mañana'.

Lo único que sigo teniendo claro, que vuelvo a tener claro si en algún momento llegué a dudar de ello (que tampoco lo sé. O sí, o...) es que le quiero. Que le sigo queriendo. Y que también estos meses agotadores, este último año lleno de sinsentidos y algunas pérdidas irreparables le eché tremendamente de menos. Y que esa ausencia, más allá de cualquier explicación lógica que pudiese tener, contribuyó a mis malestares y a lo que, sé, fue la mayor depresión de mi vida.
Aunque no haya querido hablar mucho de ello. Aunque probablemente nunca hablaré.
O tal vez sí.

Ya pensaré en ello en otro momento.

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