Cuando las cosas no terminan de ir bien...pues no van.
Estoy cansada. Duermo muy mal, con sueños extraños que me hacen dudar entre la realidad y la ficción. Con reacciones alérgicas durante el día (e imagino que por la noche), picores, erupciones cutáneas que vienen y van, dermografitis. Me levanto con los ojos hinchados, paso el día con sensación legañosa (aunque no tengo legañas, obviamente) y los ojos enrojecidos.
A ratos tengo frío en la cama y me arropo, pero en realidad tengo calor y me destapo, pero tengo frío y estoy sudando.
No me encuentro ni me siento bien.
Tengo trabajo. Buen horario, sueldo aceptable (de supervivencia), lejos de casa pero más cerca que en los últimos años. Empresa en la que sé que es difícil entrar (creo que en otras ocasiones rechazaron mi candidatura). Leyeron mis respuestas a sus cuestionarios en la oferta de empleo. Abrieron mi CV. Me llamaron. Pasé las tres entrevistas.
Pero...
Supongo que es fácil de resumir porqué no me encuentro bien allí: no quiero servir para engañar a la gente. Y eso, engañar a la gente, es a lo que en realidad se dedica la empresa.
Febrero nunca me fue un mes fácil.
Imagino que éste no iba a ser una excepción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario