domingo, 2 de marzo de 2025

Y marzo, de nuevo.

 Dos meses sin escribir.

El portátil no me lo pone fácil. Cuando tengo ganas de escribir un rato, lo enciendo, me siento delante de la pantalla, consigo que al quinto intento no se quede bloqueado…, se pone a actualizar en el momento más inesperado y puede estar así horas (y horas libres y disponibles no es lo que me sobran precisamente).
A veces no es una actualización, sino que va lento y tarda en cargar los sitios a los que quiero ir. Entonces me tumbo en el sofá, esperando…y ya no vuelvo a mirar si finalmente cargó del todo. Y me termino quedando dormida.

Vivo en estado de agotamiento.

Tampoco me pasa nada tan importante como para ser escrito.
No quiero hablar…escribir, sobre algunas cosas. Aún no estoy mentalmente preparada para recopilar todo lo que he terminado reconociendo que estaba pasando mientras yo quería creerme otras cosas, mientras me creía sus mentiras (porque no quería verlas, porque no tenía por qué mentirme y por eso no me creía algunas cosas que en realidad veía tan evidentes). No, aún no.
Sigue doliendo demasiado.
Sigue costándome demasiado levantarme cada mañana, cuando ya no hay nada a lo que querer llegar, cuando el futuro será repetir la rutina que fue cualquier día de la semana pasada o cualquiera de la semana que viene.

Casi dos meses sin escribir.
Y marzo, de nuevo.

No hay comentarios: